lunes, 22 de diciembre de 2008

Masculinidad y ciencia. Medidas de discriminación positiva para potenciar la presencia de las mujeres en el ámbito cientícifico


Mujeres y ciencia

http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20081221/53603636543.html

Es llamativa la escasez de mujeres en puestos superiores del ámbito científico en Europa, habida cuenta de que el número de mujeres que hoy cursan carreras científicas supera el de cualquier otra época histórica. Siendo así, ¿por qué las mujeres ascienden en el escalafón académico con tanta lentitud? ¿Quizá por prejuicios no intencionados y estructuras institucionales superadas?

¿Por qué tan despacio?

Mary Osborn

No existe prueba alguna de que el éxito en la investigación científica guarde relación con el sexo

En 1992 escribí una carta a la revista Nature.En ella manifestaba que "no existe prueba alguna de que el éxito en la investigación científica guarde relación con el sexo", y añadía que "las mujeres están preparadas para ser valoradas según los mismos criterios de nivel y calidad objetivos que sus colegas masculinos. En cualquier caso y en contrapartida, las mujeres tienen derecho a optar a las mismas oportunidades laborales, los mismos recursos y las mismas ventajas concedidas a los hombres en estadios similares de sus carreras". En aquel momento, las mujeres en los cargos directivos de la Asociación Max Planck para el Progreso de la Ciencia no alcanzaban el 1%. Tanto entonces como ahora me sigue preocupando la falta de mujeres en puestos superiores del ámbito científico en Europa.

Hoy, un mayor número de mujeres que nunca en la historia cursa carreras científicas. Pero casi diez años después del informe ETAN (European Technology Assessment Network, Red Europea de Evaluación de Tecnología) sobre las Mujeres y la Ciencia, que proporcionó por primera vez datos comparativos fiables a nivel internacional, el ascenso en el escalafón sigue siendo menor en el caso de las mujeres que de los hombres en numerosos países europeos. El informe ETAN recomendó poner el énfasis, además de la adopción de iniciativas concretas y positivas, en el fomento de la igualdad de sexos. El informe concluyó que la infrarrepresentación de las mujeres ponía en peligro los objetivos de la ciencia en su empeño de lograr la excelencia, aparte del desperdicio de capital humano y la injusticia que representa.

El protocolo de Lisboa consigna la necesidad de incrementar la competitividad de Europa. Si Europa aspira a reclutar medio millón de investigadores adicionales para el 2010, debe brindar mejores perspectivas formativas y profesionales tanto a investigadoras como a investigadores.

¿Por qué las mujeres ascienden en el escalafón académico con tanta lentitud? El informe de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, titulado Más allá de prejuicios y barreras y publicado en el 2006, trata de las mujeres en el ámbito de la ciencia en EE. UU. y concluye que los factores que entorpecen y dificultan el acceso y avance de las mujeres no se refieren a la falta de talento, sino a prejuicios no intencionados y estructuras institucionales superadas. Además, analiza y refuta once tópicos sobre las mujeres en la ciencia, incluso los suscitados por Larry Summers, el rector de Harvard obligado a dimitir por esta cuestión. El informe contrarresta el argumento de que las mujeres no son tan buenas en matemáticas, señalando que sus resultados en matemáticas en enseñanza media igualan a los masculinos. El informe consigna pruebas que muestran que las y los estudiantes de licenciatura rinden a la par y que el factor esencial que incide en el número de publicaciones estriba en el acceso a los recursos institucionales.

En la actualidad, en la UE la proporción de proyectos de investigación dotados de financiación económica es objeto de supervisión de acuerdo con el panel científico correspondiente y el sexo. En el Sexto Programa Marco, un 27% de los miembros del consejo asesor, un 29% del comité de programa y un 30% del personal evaluador eran mujeres. Los datos estadísticos desagregados por sexos recogidos de forma continuada por el Grupo de Helsinki sobre participación e igualdad de la mujer en la ciencia han sido publicados en los documentos She figures (2003, 2006, próximo en el 2009), cuyo contenido permite valiosas comparaciones entre los países miembros. La participación de la mujer en comités clave en el seno de la UE, órganos que establecen políticas específicas y supervisan la financiación de proyectos, ha aumentado de forma sustancial. Alrededor del 25% de los miembros del European Research Advisory Board (ERAB) y del Scientific Council for the European Research Council (ERC) son mujeres.

Para poder establecer las políticas correspondientes se precisan estadísticas de calidad, igual que para trazar análisis comparativos a nivel internacional susceptibles de espolear a los países de baja representación femenina a adoptar medidas para ponerse al día. Hemos de poner el acento clave en la transformación de las universidades y organismos de investigación para convertirlos en instituciones y entidades más abiertas e integradoras. Si el ritmo de cambio es excesivamente lento - y considero que es así en numerosos países de la UE-,el modo más eficaz de alcanzar el citado objetivo consistiría en exigir a las instituciones que reciben financiación para la investigación de la UE o del propio país, que consignen el avance en las cuestiones relativas a la igualdad de sexos como requisito para la obtención de financiación. Así se ha hecho en EE. UU. desde los años setenta.

M. OSBORN, investigadora, Instituto Max Planck de Química Biofísica, Göttingen, Alemania Traducción: JoséMaría Puig de la Bellacasa

* Mujeres y ciencia

* ¿Por qué tan despacio? - Mary Osborn

* Por una ciencia inclusiva - Capitolina Díaz

Mujeres y ciencia

Es llamativa la escasez de mujeres en puestos superiores del ámbito científico en Europa, habida cuenta de que el número de mujeres que hoy cursan carreras científicas supera el de cualquier otra época histórica. Siendo así, ¿por qué las mujeres ascienden en el escalafón académico con tanta lentitud? ¿Quizá por prejuicios no intencionados y estructuras institucionales superadas?

ANÁLISIS

¿Por qué tan despacio?

Mary Osborn

No existe prueba alguna de que el éxito en la investigación científica guarde relación con el sexo

En 1992 escribí una carta a la revista Nature.En ella manifestaba que "no existe prueba alguna de que el éxito en la investigación científica guarde relación con el sexo", y añadía que "las mujeres están preparadas para ser valoradas según los mismos criterios de nivel y calidad objetivos que sus colegas masculinos. En cualquier caso y en contrapartida, las mujeres tienen derecho a optar a las mismas oportunidades laborales, los mismos recursos y las mismas ventajas concedidas a los hombres en estadios similares de sus carreras". En aquel momento, las mujeres en los cargos directivos de la Asociación Max Planck para el Progreso de la Ciencia no alcanzaban el 1%. Tanto entonces como ahora me sigue preocupando la falta de mujeres en puestos superiores del ámbito científico en Europa.

Hoy, un mayor número de mujeres que nunca en la historia cursa carreras científicas. Pero casi diez años después del informe ETAN (European Technology Assessment Network, Red Europea de Evaluación de Tecnología) sobre las Mujeres y la Ciencia, que proporcionó por primera vez datos comparativos fiables a nivel internacional, el ascenso en el escalafón sigue siendo menor en el caso de las mujeres que de los hombres en numerosos países europeos. El informe ETAN recomendó poner el énfasis, además de la adopción de iniciativas concretas y positivas, en el fomento de la igualdad de sexos. El informe concluyó que la infrarrepresentación de las mujeres ponía en peligro los objetivos de la ciencia en su empeño de lograr la excelencia, aparte del desperdicio de capital humano y la injusticia que representa.

El protocolo de Lisboa consigna la necesidad de incrementar la competitividad de Europa. Si Europa aspira a reclutar medio millón de investigadores adicionales para el 2010, debe brindar mejores perspectivas formativas y profesionales tanto a investigadoras como a investigadores.

¿Por qué las mujeres ascienden en el escalafón académico con tanta lentitud? El informe de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, titulado Más allá de prejuicios y barreras y publicado en el 2006, trata de las mujeres en el ámbito de la ciencia en EE. UU. y concluye que los factores que entorpecen y dificultan el acceso y avance de las mujeres no se refieren a la falta de talento, sino a prejuicios no intencionados y estructuras institucionales superadas. Además, analiza y refuta once tópicos sobre las mujeres en la ciencia, incluso los suscitados por Larry Summers, el rector de Harvard obligado a dimitir por esta cuestión. El informe contrarresta el argumento de que las mujeres no son tan buenas en matemáticas, señalando que sus resultados en matemáticas en enseñanza media igualan a los masculinos. El informe consigna pruebas que muestran que las y los estudiantes de licenciatura rinden a la par y que el factor esencial que incide en el número de publicaciones estriba en el acceso a los recursos institucionales.

En la actualidad, en la UE la proporción de proyectos de investigación dotados de financiación económica es objeto de supervisión de acuerdo con el panel científico correspondiente y el sexo. En el Sexto Programa Marco, un 27% de los miembros del consejo asesor, un 29% del comité de programa y un 30% del personal evaluador eran mujeres. Los datos estadísticos desagregados por sexos recogidos de forma continuada por el Grupo de Helsinki sobre participación e igualdad de la mujer en la ciencia han sido publicados en los documentos She figures (2003, 2006, próximo en el 2009), cuyo contenido permite valiosas comparaciones entre los países miembros. La participación de la mujer en comités clave en el seno de la UE, órganos que establecen políticas específicas y supervisan la financiación de proyectos, ha aumentado de forma sustancial. Alrededor del 25% de los miembros del European Research Advisory Board (ERAB) y del Scientific Council for the European Research Council (ERC) son mujeres.

Para poder establecer las políticas correspondientes se precisan estadísticas de calidad, igual que para trazar análisis comparativos a nivel internacional susceptibles de espolear a los países de baja representación femenina a adoptar medidas para ponerse al día. Hemos de poner el acento clave en la transformación de las universidades y organismos de investigación para convertirlos en instituciones y entidades más abiertas e integradoras. Si el ritmo de cambio es excesivamente lento - y considero que es así en numerosos países de la UE-,el modo más eficaz de alcanzar el citado objetivo consistiría en exigir a las instituciones que reciben financiación para la investigación de la UE o del propio país, que consignen el avance en las cuestiones relativas a la igualdad de sexos como requisito para la obtención de financiación. Así se ha hecho en EE. UU. desde los años setenta.

M. OSBORN, investigadora, Instituto Max Planck de Química Biofísica, Göttingen, Alemania Traducción: JoséMaría Puig de la Bellacasa

LA CLAVE

Por una ciencia inclusiva

Capitolina Díaz

Junto con los principios de mérito y de capacidad, hacen falta medidas correctoras contra la discriminación

Nuestra ciencia y nuestra sociedad serán mejores cuanto mejor nos sintamos todos sus componentes y mejor podamos desarrollar nuestras potencialidades. Necesitamos una ciencia inclusiva en una sociedad también inclusiva.

Enumeraré las medidas en el ámbito institucional que se vienen proponiendo en diversas publicaciones, en particular de la Comisión Europea. Ninguna de ellas es óbice para que la actividad académica e investigadora siga rigiéndose por los principios de mérito y capacidad. Sin la implantación de medidas correctoras, esos principios no se cumplirán por la discriminación activa o pasiva del talento de las científicas.

1. Medidas generales: inclusión de la igualdad de género de forma transversal en la actividad académica y científica, integrando aspectos de género en a) las estructuras (manteniendo estadísticas desagregadas por sexo de toda la actividad académica y científica y buscando el balance de sexo en los órganos colegiados y la rotación en los unipersonales); b) los programas (incluyendo contenidos sobre igualdad de género y considerando el impacto de género de las investigaciones concretas); c) supervisión de los procedimientos de selección (de acceso, de promoción, de financiación de proyectos, becas, etcétera). Y considerando la presencia de un/ a "observador/ a de igualdad" para cada procedimiento); d) rendición de cuentas, de forma sistemática, de los progresos en materia de igualdad; e) atención para que todas las actividades hechas con dinero público respeten los principios de igualdad (desde los criterios que rigen los nombramientos de las Reales Academias a los comités científicos de los congresos, pasando por los premios nacionales o cargos elegibles).

2. Medidas relativas a la maternidad: a) guarderías de calidad en los centros de trabajo; b) parada por el reloj biológico. Que a aquellas mujeres que tengan o adopten un niño se les compute un año menos al medir su producción científica (cuando sea apropiado); c) reducción temporal de las actividades de docencia y o gestión de los proyectos en el periodo de maternidad.

3. Medidas de acción positiva: a) puntos adicionales a proyectos o currícula de mujeres que hayan superado el umbral de calidad; b) dinero y/ o puestos reservados para alcanzar balance numérico entre mujeres y hombres; c) reclutamiento activo de mujeres (buscar potenciales candidatas cuando no se presentan mujeres para competir por un puesto), particularmente para puestos de alta representación.

C. DÍAZ, consejera de Investigación en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea

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