jueves, 12 de julio de 2012

Para algunas hay un principio inamovible: los hijos son de las madres, convirtiendo así su naturaleza reproductora en ideología

Custodia partida

Joana Bonet http://www.joanabonet.com/2012/06/custodia-partida/

Desde hace años sigo con gran interés el debate acerca de la custodia compartida. Se trata de una fórmula aplicada en Francia —hace ya una década—, así como en Suecia, Noruega u Holanda, por lo que las sociedades más avanzadas se han ido amoldando a la vasta existencia de casas «de mamá» y casas «de papá», respetando un incuestionable modelo de corresponsalidad parental. En España, ahora que el PP va a promulgarla, ha sido reivindicada con la boca pequeña por grupos políticos y, con mayor vigor, por colectivos de padres y madres separados; mientras que sus detractores —varias asociaciones feministas de respetada trayectoria— mantienen el doble argumento de que «prima el interés particular de los padres» y que «se convierte en una instrumentalización contra las mujeres».
Cierto es que su aplicación podría entenderse como un «nos partimos al niño», cuando en realidad tendría que ser un «compartimos la responsabilidad». Pocos asuntos son tan vertebradores de una sociedad como la transferencia afectiva y educacional de padres a hijos. Uno de los sentimientos universales que nos habitan al perder al padre o la madre es el de una fría soledad, la de saber que te has quedado sin alguien que creía incondicionalmente en ti. En verdad, el mapa familiar condiciona, inhibe, proyecta, e influencia la construcción psicológica de un individuo casi tanto como su biología. Cabría preguntarse cuántos niños felices ven quebrarse su cristal de colores cuando sus padres se separan. Y los utilizan. Acaso no parece tan frontal como lo acabo de escribir, porque el arte de la manipulación es soterrado y psicótico, capaz de autoengañarse y usar al hijo para que acabe siendo más de uno que de otro. De una, en el 90% de los casos.

Las mujeres venimos reclamando desde el pleistoceno que el hombre se corresponsabilice de la educación y de la vida diaria de sus hijos. Para algunas, no obstante, hay un principio inamovible: los hijos son de las madres, convirtiendo así su naturaleza reproductora en ideología. Una lógica que olvida que el techo de cristal nunca se quebrará si los padres no ejercen tanto sus deberes como sus derechos.

De la misma forma que se firman acuerdos matrimoniales, debería existir un compromiso de responsabilidad personal cuando dos deciden tener un hijo. El amor a veces se desvanece, pero la necesidad de acompañar, proteger y querer a un hijo es para siempre, a cuatro manos. Porque una sociedad no será madura hasta el día en que puedan diferenciarse los asuntos afectivos (y a veces dolorosos) en una pareja de su compromiso irrenunciable, vital, arduo, hermoso, como padres. Ese es el contrato no escrito que nunca debería romperse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estamos buscando apoyo, para que los diseñadores, y las casas de moda promuevan y saquen al mercado faldas, y vestidos con falda diseñados para varones; pues la incomodidad del pantalón siempre ha sido insoportable, solo que a la mayoría de congéneres les daba temor hablar de sus incomodidades y NECESIDADES. Algunos pensaban que se reirían o se los ridiculizaran si manifestaban sus insatisfacciones e incomodidades; y han preferido vivir con las molestias mas grandes.
El Overol o pantalón fue proclamado para labores especificas, pero ahora nos han impuesto esta tortura a tal punto que sin temor a equivocarme esta afectando la salud, y la calidad de vida de los hombres y sus familias.

El pantalón es la prenda menos adecuada para un hombre; el calzoncillo bóxer, hace las veces de férula en los genitales, (propiciando disfuncion y discapacidades), la costura central del pantalón maltrata, magulla e incomoda todo el tiempo los genitales; la correa o cinturón hace las veces de torniquete, y obliga al corazón a bombear la sangre con mayor esfuerzo, (para vencer la contracción que hace el torniquete), y por mala irrigacion sanguínea afecta: el aparato digestivo, el sistema urinario, el aparato reproductor. Ademas con el uso del pantalón el hombre ha terminado orinando de pie lo cual es totalmente antinatural. Las Faldas y los vestidos con faldas para los hombres son suprema-mente SALUDABLES, CÓMODOS Y CONFORTABLES. El pantalón, el calzoncillo ajustado, la costura central del pantalón, y la correa o cinturón, están promoviendo las enfermedades modernas de los hombres: IMPOTENCIA, ESTERILIDAD, PROBLEMAS DE LA PRÓSTATA Y POSIBLEMENTE CÁNCER DEL TESTÍCULO.
Ninguna parte del cuerpo del varón se maltrata mas que los genitales.
Por salud y comodidad mejor usar FALDAS O VESTIDOS CON FALDA