sábado, 8 de enero de 2011

Efecto retrovisor. Transformación de lo masculino

Medianenas & Milhombres

Efecto retrovisor

ELOY FERNÁNDEZ PORTA

Publicado en Cultura|s,La Vanguardia,  Miércoles, 17 noviembre 2010

 

Un ajado luchador de catch se reencuentra con su hija abandonada. Y encaja el broncazo sin rechistar. Un soldado veterano vuelve a las armas; ahora es sensible, y hay lírica en su bazooka y nostalgia en el napalm. Cuatrero, matasiete o ejecutor del Bronx: el actor que lucía en tan recios papeles hoy encarna a un gañán otoñal, xenófobo aún, y gallito, pero, ah, humano al fin

 

Estas historias tienen un aspecto en común: todas dan fe de la transformación de lo masculino. Hasta los más feraces, nos dicen, terminan por aceptar el signo de los tiempos, ya que no la corrección política. En ellas solemos ver una ceremonia de asunción del cambio, una puesta al día del actor protagonista... y una concesión, resignada e insincera. En este pueblo no nos gustan los falócratas, forastero. Soy el sheriff más democristiano al sur del Río Pecos. No por azar esas películas son saludadas como la tardía confirmación actoral de uno que no sabía actuar –oque, como dijo Sergio Leone sobre Clint, “sólo tenía dos registros: con poncho y sin poncho”. El personaje escenifica su arrepentimiento –“¡vaya un macarrucio estaba yo hecho!”–;el espectador, por su parte, siente aflorar la nostalgia por un pasado esencial –“¡pero qué puro era el macarrucio!”. Marcador final: Feminismo Digital, 2; Machismo en Cinemascope, 1

 

Craso error. Lejos de auspiciar una nueva era de igualdad, ese esquema narrativo la vuelve más lejana e improbable. El punto de vista sobre el género que adoptan esas películas es una perspectiva ideológica que puede ser descrita por comparación con un espejo retrovisor. Por una parte, el espejo presenta el modelo de masculinidad obsoleto como si fuera cosa del pasado; por otra, crea la ilusión óptica de un paisaje social completo y ya superado; por último, simula corregir esa ilusión indicando que el modelo de masculinidad que muestra este espejo está más cerca de lo que parece (aunque ese modelo sea un cowboy). De esa manera se construye una fábula de progreso histórico, moralista y diáfana: avanzamos, imparables, hacia la igualdad, dejando atrás los espectros –grotescos, sí, pero entrañables– del viejo orden. Este punto de vista, tan extendido y exitoso, hace que los discursos críticos acerca del género parezcan, por comparación, cuentos de aguafiestas. Así, el efecto retrovisorel punto de vista correcto sobre las renovaciones del género– resulta ser una de las grandes aportaciones de las artes contemporáneas a la dominación masculina, y su legitimación narrativa

(la negrita no aparece en el artículo original, sí la cursiva)