domingo, 22 de junio de 2008

Los chicos tienden a tener un rendimiento escolar inferior al de las chicas, incluso en matemáticas

¿Quién dijo que las mujeres no saben leer mapas?

Un estudio internacional desmonta la teoría de la inferioridad femenina en matemáticas. Las notas de matemáticas de chicos y chicas tienden a equipararse, pero las diferencias de puntuación en las pruebas de lectura se amplían.

Josep Corbella / Cristina Sáez | LA VANGUARDIA, Barcelona | 30/05/2008 |

Si las chicas suelen tener peores notas que los chicos en matemáticas, no es porque estén menos capacitadas para el cálculo o la geometría que los hombres. Es sólo porque, en los países donde no hay igualdad entre hombres y mujeres - España, sin ir más lejos-, las chicas rinden en la escuela por debajo de sus posibilidades. Así lo demuestra un estudio internacional basado en datos de 276.165 alumnos de 40 países que se presenta hoy en la revista Science.

El descubrimiento: los niños cuentan con logaritmos

¿Dónde situar el número 10 en una línea con el 1 en un extremo y el 100 en la otra? La mayoría de las personas, que han aprendido a numerar de manera lineal, lo sitúan más cerca del 1 que del 100. Pero la tribu amazónica de los mundurucu ordenan los números de manera logarítmica al igual que los niños pequeños, y lo situarían en la mitad de la línea, según un estudio que se presenta hoy en la revista Science.

El estudio analiza, por un lado, la diferencia entre las notas de chicos y chicas de 15 años en estos 40 países en las pruebas del informe PISA del 2003. Por otro lado, analiza la igualdad entre hombres y mujeres en estos mismos países a partir del Índice de Igualdad de Género elaborado por el Foro Económico Mundial y otros tres indicadores.

Cuando se cruzan ambos grupos de datos, se descubre que hay una correlación exquisita entre los índices de igualdad en un país y las diferencias entre chicos y chicas en las pruebas de matemáticas.

Así, Turquía, el país analizado con un índice de igualdad más bajo, es donde las chicas tienen peores notas en comparación con los chicos. Pero en los países escandinavos, donde la igualdad aún no es absoluta pero es mayor que en ningún otro lugar, las notas de las chicas en matemáticas se equiparan a las de los chicos y, en el caso de Islandia, incluso las superan.

Estos datos reflejan las notas medias de toda la población masculina y femenina. Pero cuando se analiza sólo el 1% que tiene las mejores notas - lo que se podría llamar el grupo de los superdotados-, se observa la misma tendencia. En los países que han avanzado más hacia la igualdad, la cifra de chicos y chicas brillantes en matemáticas se iguala. Y en Islandia, por cada 100 chicos de la elite matemática, hay ¡117 chicas!

"Nuestros resultados indican que, a medida que evolucionemos hacia sociedades con mayor igualdad de sexos, las chicas serán cada vez mejores en la escuela", ha declarado por correo electrónico Luigi Zingales, coautor de la investigación de la Graduate School of Business de la Universidad de Chicago (EE. UU.). También han participado en el estudio investigadores de la Kellogg School of Management de Evanston (EE. UU.) y del Instituto Universitario Europeo de Florencia (Italia).

Estos resultados rompen con la teoría de que los hombres están más capacitados para actividades matemáticas como resolver ecuaciones o leer un mapa y las mujeres lo están más para actividades lingüísticas - una teoría que se basa en que, hasta ahora, las notas medias de los chicos son mejores en matemáticas y las de las chicas lo son en lengua-. En España, por ejemplo, las notas medias de las chicas en las pruebas de PISA de matemáticas del 2003 fueron un 2,5% más bajas que las de los chicos, pero en lectura fueron un 7% más altas.

Los datos del nuevo estudio coinciden con la percepción de profesores de matemáticas de las universidades Autònoma (UAB) y Politècnica (UPC) consultados para este reportaje. "Las capacidades de chicos y chicas son idénticas", resume Sebastià Xambó, decano de la facultad de Matemáticas y Estadística de la UPC. Pero en las tres universidades se observa que, aunque el número de hombres y de mujeres que cursan la licenciatura es similar, cuando se llega al doctorado quedan muchos más hombres que mujeres.

"No sabemos por qué ocurre esto", reconoce Manuel Castellet, catedrático de Matemáticasde la UAB. "Tradicionalmente, el mundo de las matemáticas ha sido muy masculino y a las mujeres les ha costado entrar", apunta Joan Porti, también de la UAB.

Más allá de las matemáticas, el estudio que se presenta hoy en Science analiza también la relación entre los resultados de las pruebas de lectura del informe PISA del 2003 y los índices de igualdad de sexos en los cuarenta países analizados. De nuevo se observa una correlación muy precisa entre las diferencias entre chicos y chicas en las pruebas y los índices de igualdad de cada país. Pero con una diferencia: en el caso de las matemáticas, donde las chicas partían de una media más baja, las diferencias entre sexos se reducen a medida que se avanza hacia la igualdad; pero en el caso de la lectura, donde las chicas parten de notas más altas incluso en situaciones de desigualdad, las diferencias se amplían.

Dos ejemplos: en Turquía, donde el sistema educativo no facilita que las chicas desarrollen todo su potencial, sus puntuaciones en lectura son un 5% más altas que las de los chicos; en Islandia, con un sistema más igualitario, la diferencia sube al 12%.


Por lo tanto, a medida que un país avanza hacia la igualdad, las notas de chicos y chicas tienden a igualarse en matemáticas, pero en las pruebas de lengua las chicas adquieren una ventaja cada vez mayor, concluyen los investigadores en Science."En conjunto, los chicos serán los que tengan desventaja", concluye Luigi Zingales. "Si esto llevará a que las mujeres acaben siendo mayoría en cargos de dirección de empresas o de responsabilidad política dependerá de cómo se desarrolle la igualdad en cada sociedad".


Comentarios de la noticia:

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080530/53470508219.html

La noticia en su formato original:

http://issuu.com/feemcat/docs/vanguardia_1







No hay comentarios: